Me dijeron que hace unas
noches me emborraché. Que había empezado a tomar tranquilo, como todos.
Me dijeron que luego me
puse locuaz. Alegre. Que hacía bromas y que todos nos reíamos.
Me dijeron que luego
empecé a cantar, que me subí a bailar sobre una mesa y que subí a una mina
conmigo.
Me dijeron que muy pronto
se bajó y que yo ni siquiera me di cuenta.
Me dijeron que me
tuvieron que ayudar a bajar, que me puse muy pesado y que estuve sentado en una
silla con la vista perdida y callado por mucho rato.
Me dijeron que me
tuvieron que sacarme el cigarrillo de los labios porque ya me estaba quemando y
que cuando me levanté, me abrazaba con todos y decía que los quería.
Me dijeron que mientras
lloraba decía muchas cosas que nadie entendía y que para salir tuvieron que
esquivar los charcos de mis vómitos.
Me dijeron que me
trajeron a casa y que me caí en la puerta.
No me acuerdo de nada.
Solo el motivo
por el cual me emborraché.
No hay comentarios:
Publicar un comentario