Cuando conocí a Sayko y Delia, las miré con desconfianza. La
primera tenía rasgos orientales y vestía como una colegiala. A Delia le gustaba
usar flores en su pelo rubio, casi blanco. No sé muy bien porqué
aparecieron en mi vida, pero luego que entramos en confianza, durante mucho
tiempo fuimos inseparables.
Un tiempo atrás, antes de conocerlas, mi vida se había
tornado… tal vez la palabra más adecuada sea: extraña. Pasé por momentos de
soledad buscada, dejadez, indolencia. Poco a poco comenzaron mis dificultades
en el trabajo, estás perdiendo la creatividad, me decían. Me alejé de
mis amigos; o ellos de mí. Era consciente del problema, no de la solución.
Hasta que un día me encontré con Duilio, un viejo y gran compañero al que hacía
tiempo que no veía. Tomé coraje y le conté por lo que estaba pasando. Tal
vez pueda ayudarte, me dijo. Y quedamos en vernos por la noche en una
discoteca.
El lugar estaba lleno, y el volumen de la música demasiado
alto. Pensé en irme, pero rechacé la idea, y comencé a buscarlo. El me encontró
a mí. Me saludó con un abrazo y me dijo al oído: en el bolsillo tenés la
solución a tus problemas. Llevé mi mano al sitio indicado y saqué lo que
había. Dos píldoras. Una parecía un submarino amarillo, y la otra, una tortuga
rosa. Lo miré. ¡I´ts the new psicodelia, man! Atinó a decir en un inglés
exageradamente pronunciado.
Una noche, estaba mirando en la televisión un anime,
donde una pequeña escolar de largas trenzas, paseaba por un prado, acompañada
por una niña rubia. Esta última no dejaba de repetirle a su amiga.
—¡Tené coraje! ¡Hacelo!
No sé por qué, pero esas palabras alejaron mis dudas. Abrí
el cajón de la mesa de noche, y me tomé, las dos pastillas.
Al rato las dos niñas crecieron y me miraron con sus ojos
grandes y llenos de vida. Me vi a través de la pantalla caminado con ellas. Los
colores del prado se tornaron brillantes. Intensos. Toqué la hoja de una planta
de color verde esmeralda, y pude sentir la savia circular por su interior. Y me
sentí bien. Aliviado.
Hace mucho que dejé de verlas. A veces me pregunto si Sayko
seguirá usando su falda a cuadros. O si Delia habrá cambiado el color de su
cabello. Estoy pensando en llamarlas.
noooooooooooooooooo no las llames !!!!! haceme caso te van a lastimar
ResponderEliminarUn placer volver a leerte.Faro
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