miércoles, 18 de febrero de 2015

Novelitas presenta: George & Rita una historia de elpuntosobrelai



Era un atardecer como cualquier otro, lleno de bullicio y gente caminando sin rumbo fijo. La Avenida Lexington era el mejor lugar para perder el tiempo. Yo lo hacía sentado en el “Café Americano de Rick”, a la hora en que los comercios cerraban. Me gustaba sentarme frente a la ventana, mirar pasar a los transeúntes e imaginarme sus vidas.
Entonces,  ella entró.
Sus ojos verdes delineados en negro resaltaban en el cutis pálido, casi blanco. Pero más lo hacía la camelia escarlata que parecía brotar de su pelo negro, largo y rizado.
Rita.
De todos los cafés del mundo, ella aparece en el mío, pensé.
Le había dicho adiós a su pueblo para perseguir sus sueños. Dentro de su bolso llevaba unos zapatos de claqué, y me imaginé siendo su sombra al compás de The shorty George. El piano de Sam comenzó a tocar y ella, iluminada sobre un escenario de cuento, hacía repiquetear los tacones rozando apenas la tarima, la falda revoloteando alrededor de sus piernas de bailarina, la flor roja girando en el vuelo de sus brazos. Era ritmo parando el mundo, suspendiendo el tiempo, acelerando mi corazón.

Una voz me preguntó si quería otro whisky, y salí de la ensoñación. Los ojos ya no eran tan verdes y la flor del pelo era una burda imitación en tela sujeta a una diadema, como parte del uniforme de camarera, lo mismo que su sonrisa mecánica. Los zapatos de claqué solo eran mocasines cómodos para pasar muchas horas de pie. No, gracias, ya me iba. Dejé el dinero sobre la mesa y me marché.


Rita cerraba esa noche el Café. Antes de apagar las luces, sacó sus zapatos de claqué e imaginó que el hombre de los ojos grises era su sombra al compás de The shorty George…


2 comentarios:

  1. Los perseguidores de sueños son mis personas favoritas

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  2. Las mías también. Sin duda.
    Gracias, sobrelai. Me encantó escribir contigo.

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